Una Historia de Zombies...
La
noticia se difundió rápidamente, pero para cuando la gente se dio cuenta, ya
era demasiado tarde.
En medio de este caos, un pequeño grupo de sobrevivientes se encontraba atrincherado en una antigua tienda abandonada. Entre ellos se encontraba Laura, una joven valiente y decidida. Aunque el miedo se reflejaba en sus ojos, su determinación era palpable. El grupo había logrado asegurar el lugar y fortificar las entradas con muebles y barricadas improvisadas. Sin embargo, los recursos escaseaban y sabían que no podrían quedarse allí para siempre. Decidieron arriesgarse y salir en busca de suministros. Con extrema precaución, se aventuraron en las calles desoladas. El viento soplaba entre los edificios abandonados, creando un ambiente aún más espeluznante. Cada paso que daban resonaba en el silencio, alertando a cualquier criatura cercana. De repente, un gemido gutural llenó el aire. Los ojos del grupo se encontraron y se prepararon para el combate. Un grupo de zombies se abalanzó sobre ellos, con sus ojos vacíos y sus cuerpos descompuestos. Era una batalla por la supervivencia. Laura desenvainó su cuchillo y luchó con ferocidad. Con movimientos rápidos y precisos, logró derribar a varios zombies, pero más seguían llegando. El resto del grupo también luchaba valientemente, usando cualquier objeto a su disposición para defenderse.
El caos reinaba en las
calles, pero la determinación de los sobrevivientes no flaqueaba. Poco a poco,
fueron abriendo camino a través de la horda de zombies, avanzando hacia el
almacén de suministros que esperaba a unas cuadras de distancia.
Finalmente, llegaron a su destino. La puerta estaba cerrada,
pero lograron abrir el cerrojo y entrar. Dentro encontraron alimentos, agua y
medicinas. Llenaron sus mochilas con lo que pudieron cargar y se prepararon
para regresar a su refugio. El regreso fue igual de peligroso que la ida. Los
zombies se abalanzaban sobre ellos una y otra vez, pero el grupo se mantenía
unido y luchaba con todas sus fuerzas. Finalmente, lograron llegar a salvo a su
refugio, con los suministros que tanto necesitaban.
A medida que el sol volvía a salir, los sobrevivientes se sentaron en silencio, agotados pero aliviados. Sabían que la lucha no había terminado, pero también sabían que mientras estuvieran juntos y dispuestos a luchar, tendrían una oportunidad de sobrevivir en este nuevo mundo infestado de zombies.
Continuará...

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